Además, el magistrado resolvió no imponerle la prisión preventiva, pero sí lo embargó en $ 500.000, detalla Infobae.
La investigación de Canicoba Corral comenzó luego de una denuncia del Inadi, que reaccionó tras la frase de Cordera, que había asegurado que “hay mujeres que necesitan, porque son histéricas y necesitan tener sexo, ser violadas porque lo necesitan y psicológicamente lo necesitan porque tiene culpa y porque no quieren tener sexo libremente. Necesitan y quieren jugar a eso, a mí no me gusta jugar a eso, pero hay gente que sí, hay tipos que sí les gusta jugar a eso. Somos muy complejos los seres humanos”.
Cordera había presentado un escrito ante la Justicia a fines de marzo en el que aseguraba que durante el encuentro con los alumnos de periodismo “seguramente” no transmitió bien su mensaje.
Ante el juez, el ex cantante de Bersuit Vergarabat aseguró que “no he cometido ningún delito, seguramente no transmití bien mi mensaje porque no fue comprendido”. Según explicó, en la charla intentó tener la atención de los alumnos de TEA de periodismo.
“Decidí hacer uso de la misma mecánica que utilizo para componer mi música: la provocación”, explicó, al tiempo que agregó: “había conseguido que los alumnos realmente se involucraran en un debate”.
El músico, quien después pidió “perdón” y afrontó un masivo repudio de la comunidad artística y de la sociedad, intentó explicar que se trató de un “ejercicio de psicodrama” frente a alumnos de periodismo de TEA en una charla que mantuvo el 8 de agosto. Directivos de esa institución, sin embargo, aclararon después que no se trató de un “psicodrama ni fue pactada ninguna provocación”.
Las expresiones de Cordera fueron difundidas en Facebook por un estudiante que participó del evento y generó rechazo de organizaciones defensoras de derechos de las mujeres.
Desde el Inadi se había informado el 10 de agosto que actuaría de oficio como querellante en la denuncia penal, que finalmente presentó junto al Consejo Nacional de la Mujer. En esa oportunidad sostuvo en un comunicado que las expresiones del músico son “discriminatorias en su máximo grado” y consideró como agravante que se trate de expresiones de “un personaje público”. El organismo consideró que los dichos de Cordera podían constituir “delito de acción pública, por apología del delito” y destacó que “opera como modelo social con valores negativos con repercusión en amplios sectores de la población”.
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